A la muerte del Duque de Veragua, y al ser este soltero y único hermano de mi abuela, Pilar Colón y Aguilera, Duquesa de la Vega, su herencia pasó a sus sobrinos y de estos la única en continuar la tradición de la cría de caballos fue mi madre, Piedad Colon de Carvajal, Marquesa de Avella, que continuo en la finca de Valjuanete, la misma donde criaba Veragua. Al final de la Guerra Civil gran parte de la yeguada se vendió a la Yeguada Militar, menos las yeguas que mi madre quiso quedarse para continuar la cría, para lo que siempre contó con el apoyo incondicional de mi padre Manuel Valdés, quien incluso después de muerta mi madre continuó a pesar de su avanzada edad con el mismo entusiasmo que demostró desde que se casaron en 1939. Este largo periodo de cría en Valjuanete, mas de 60 años!, también es difícil de resumir en unas pocas líneas, pero es un periodo básico y fundamental para la cría del caballo árabe en España, pues sus productos fueron la base de muchos criadores actuales y no solo en España ya que la ganadería de Valjuanete exportó a lo largo de esos años a la yeguada Real de Jordania, y de Marruecos y a reconocidos ganaderos de USA, Francia, Alemania, Holanda, Filipinas, Venezuela, Austria, Brasil, Italia, Portugal, Cuba, Santo Domingo, Inglaterra, Suecia, Suiza, Méjico, Costa Rica etc. etc. Durante los años de cría en Valjuanete se ganaron innumerables premios, tanto morfológicos, campeones absolutos en mas de una ocasión en la antigua Feria del Campo de Madrid, o trofeos de nuestros campeonatos Nacionales o de Copa de las Naciones, que en las cuatro ocasiones que concursaron en esta última siempre ganaron. También destacaron en deporte, no en vano el ganador del primer raid Madrid-Lisboa en los años 50 fue un caballo de Valjuanete, o el campeón de España de saltos varios años seguidos en los 70, fue otro caballo de Valjuanete, esta vez fue el cruzado Lobato, del que sus productos siguen dando grandes éxitos. Por Valjuanete pasaron los mejores sementales de España, sin contar Nana Sahib o Kashmir, sementales como Maquillo, o Talento o Garbo o Zancudo o Zacateco, dejaron su huella en nuestras yeguas, y con estos orígenes empieza su andadura la Yeguada de Valviejo.